Enviado por Gonzonet a través de Google Reader:
A pesar de que la costumbre de dormir después de comer es muy antigua, en la actualidad la siesta sigue estando totalmente extendida. Aunque se suele señalar que es en España donde más se practica, realmente no es así, ya que en países como en Alemania se ha comprobado que la duermen más.
Además, se suele afirmar que es una costumbre muy beneficiosa para la salud, pero realmente la siesta sigue siendo una gran desconocida, ya que todavía no se han descifrado de forma clara los efectos reales sobre el organismo. Así, se pueden encontrar numerosos estudios que no sólo no la recomiendan, sino que la contraindican, en especial cuando dura más de 30 minutos.
Este desconocimiento provoca que las recomendaciones médicas que se hagan se basen en la experiencia clínica y personal de cada paciente. Los distintos estudios que se han realizado sobre la siesta ofrecen resultados contradictorios, de ahí que sea complicado hacer recomendaciones generales.
Aunque sí que hay un consenso general sobre los efectos beneficiosos de la siesta siempre que se realice de la forma correcta. La mayoría de expertos defienden que es un hábito saludable siempre que sean cortas, ya que las siestas largas no son beneficiosas para la salud. Casi todos los expertos señalan que la duración de la siesta tiene que ser como máximo de 30 minutos, ya que si se alarga se alcanza fases profundas del sueño, lo que provoca que al despertar se sufran los conocidos dolores de cabeza que todos hemos sentido en alguna ocasión. También pueden provocar problemas alteraciones digestivas, modificar el ritmo biológico y pueden causar insomnio, ya que una siesta larga interfiere en el sueño nocturno. Aunque los efectos dependen de cada persona, de su estado de su salud y su organismo.
En los niños, la duración de la siesta puede ser mayor, prolongándose entre una y dos horas. De este modo, podrán recargar pilas y disfrutar del día con más energía y alegría. Tampoco debe superar ese tiempo, ya que sino se puede alterar el sueño nocturno.
Para que la siesta nos permita realizar un pequeño descanso es importante también seguir una serie de recomendaciones, como esperar alrededor de una hora desde que se termina de comer antes de realizar la siesta. De este modo, estaremos evitando las alteraciones digestivas. Es recomendable también movernos un poco previo al descanso, ya que nos ayudará a realizar la digestión y nos permitirá tener activo el organismo, evitando el sedentarismo que tan contraproducente es para la salud.
Hay que evitar dormir después de las 18:00 horas porque sino se altera el horario normal del sueño. Por su parte, la postura para echar una cabezada es incorporado, ligeramente sentado, pero no tumbado ya que podría provocar una mala digestión. Se aconseja también que el peso del cuerpo descanse sobre el lado izquierdo.
La siesta no es recomendable para todo el mundo, por lo que personas con problemas de insomnio, cardiovasculares o hipertensión debería evitar realizar este hábito. Asimismo, hay que tener en cuenta que después de dormir, siempre necesitamos un período de tiempo para recuperar el ritmo, por lo que tampoco es aconsejable para aquellos que necesiten realizar una actividad que requiera de estar a pleno rendimiento físico o mental a continuación.
Si seguimos estas recomendaciones podremos disfrutar plenamente de una costumbre que tiene efectos positivos sobre el organismo. Además, que el cuerpo, después de la comida, necesita de reposo para hacer una buena digestión, por lo que entre 20 y 30 minutos de siesta ayudarán a que se realice de una forma correcta esta función natural de nuestro cuerpo.
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