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vía Vitadelia de Carla el 18/08/10
Hace unos días comenzamos a compartir en Vitadelia algunos de los cambios que se producen en las mujeres cuando quedan embarazadas, otras pequeñas alteraciones o trastornos no tan conocidos, más allá de las náuseas y el cansancio. Sigamos entonces con más de estos cambios:
*Hemorroides. Suelen aparecer como consecuencia de la sobrecarga de la sangre en las venas de la pelvis. Según explicó Jackie Calleja, ginecólogo del Hospital Universitario Quirón de Madrid, "la sangre tiene más dificultad para volver al corazón porque se vuelve más espesa durante la gestación".
Es así como suele suceder que "el peso sobre las venas de la zona se dilatan y forman hemorroides". Y no sólo esta región puede verse afectada, sino también las piernas donde suelen aparecer "arañitas" y várices.
*Manchas en la piel. Debido también a los cambios hormonales, determinadas zonas de la piel pueden adquirir tonos más oscuros: dentro de estas regiones se cuentan las areolas de los pezones, encima de los labios y bajo la nariz, en la denominada "línea alba" (la zona que va desde el ombligo hasta el pubis), e incluso los genitales.
En este sentido, Álvaro Ruiz Zambrana, especialista del departamento de Ginecología y Obstetricia de la Clínica Universidad de Navarra, recomendó que se evite la exposición excesiva al sol y, cuando se haga, "siempre deben utilizarse fotoprotectores solares de índice elevado".
*Más vello corporal. Las mujeres durante el embarazo también son más proclives a sufrir un aumento del vello corporal debido a los cambios hormonales. Es así como puede aparecer en regiones donde antes no había, tales como las mejillas y el abdomen. Los especialistas recordaron que este fenómeno es poco común y que suele desaparecer tras el embarazo.
*Molestias digestivas. Las mujeres durante la época de gestación también pueden sufrir más trastornos digestivos como sensación de ardor, entre otras molestias. La causante de estos cuadros es la progesterona que puede afectar el correcto funcionamiento del esfínter que regula el tránsito de los alimentos entre el esófago y el estómago, lo que provoca reflujos gástricos.
"Además, el aumento de la presión intraabdominal también contribuye a estas molestias", añadió Ruiz Zambrana.
*Más sudoración. Al incrementarse el volumen sanguíneo también sube la temperatura corporal. De aquí que sea más frecuente transpirar ante el mínimo esfuerzo. El experto de la Clínica Universidad de Navarra señaló que la mayor sudoración "es especialmente frecuente en el primer trimestre del embarazo".
Vía Elmundo.es
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