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jueves, 23 de junio de 2011

EL ARTE DE ENVEJECER

PARA ESO ESTA LA TERAPIA CELULAR O TAMBIEN LLAMADA REGENERACIÓN CELULAR
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Enviado por Gonzonet a través de Google Reader:

 
 

vía Todas las publicaciones - REDES DE PAZ de dioskarg el 23/06/11

 

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Sólo tendrá una vida lograda aquél que hace frente a su propio envejecimiento. Envejecer es un arte. El que aprende el arte de envejecer puede permitirse cometer errores.
En el Otoño de nuestras vidas se trata de contemplar y disfrutar de la belleza. Ya no es necesario producir; basta con que SEAMOS.
Envejecer es pasar; transformarse sin perder el propio yo: rescatar una y otra vez una diminuta porción de experiencia y agregarla a una gran porción de esperanza.
La persona de edad avanzada debe volverse hacia adentro, replegarse en su propio ser y descubrir la riqueza de su propio interior. El sentido de la vejez consiste, según C. Jung en aceptar que decrecen las fuerzas físicas y mentales y dirigir la mirada hacia adentro. La riqueza del ser humano yace en su alma. La vejez nos invita a mirar dentro de nosotros y descubrir allí el tesoro de los recuerdos y la riqueza interior que se expresa en imagenes y experiencias.
Según Romano Guardini, "la persona anciana se halla próxima a lo eterno. Aquél que tiene la mirada fija en lo eterno, en Dios y su reino, relativiza todo lo terrenal".

 

No basta con prolongar y aliviar la vida del anciano con recursos médicos. Es necesario redescubrir el valor y el sentido de la ancianidad.
El primer sentido y la primera tarea de la persona en su vejez será la de adquirir mayor sabiduría. Sabia es la persona que se saborea a sí misma y deja un sabor agradable en los que tienen trato con él. Le agrada su vida y está en armonía consigo misma. Por ende, parte de ella un "sabor" a paz y libertad, calma y serenidad. Pero sólo el que se acepta y afirma sin condiciones saborea su propia vida.
 
En la vejez sólo podemos aceptarnos si hemos edificado nuestra vida sobre cimientos sólidos, es decir, si la edificamos sobre Dios.

 


 
 

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