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Según un estudio presentado días atrás en Canadá en un congreso dedicado a las patologías cardiovasculares, las mujeres que trabajan en hospitales en el turno de la noche tienen mayores probabilidades de desarrollar un problema cardíaco.
La investigación conducida por la ex enfermera Joan Tranmer, evidenció que la salud de las trabajadoras que cambian de turno y las que laboran en la noche están expuestas a un mayor riesgo con respecto a aquéllos que laboran en un turno administrativo o que no está sujeto a rotaciones.
Quienes están en una posición más peligrosa son las mujeres de mediana edad. En un caso sobre cinco mujeres, tres de ellas ya presentaban algunas señales de síndrome metabólico: obesidad abdominal, hipertensión arterial, elevados niveles de glucosa y triglicéridos en la sangre y una tasa reducida del colesterol "bueno".
El riesgo de hipertensión, colesterol elevado, diábetes o infarto resultó mayor en las mujeres que sobrepasan los 45 años, en las que sufren de menopausia, para quien ha trabajado por turnos durante mas de seis años y en general para quien está expueso a rotaciones en su actividad laboral.
Trabajar de noche es una categoria profesional que está creciendo en toda Europa, ya sea por la difusión de los servicios disponibles las 24 horas y de entrega rápida o por el nuevo modo de concebir el trabajo. De esta manera las estadísticas revelan que no solo se trabaja más sino que también se hace en días y horarios tradicionalmente dedicados al descanso como los fines de semana, los días de fiesta, en la tarde o en la noche. Esto podría tener consecuencias importantes para la salud si se altera el ritmo biológico natural.
"En lineas generales, trabajar de noche es considerado negativo para la salud porque el organismo humano resulta mayormente vulnerable durante las horas que deberían, por norma, estar destinadas al descanso" comenta Giovanni Costa, docente del departamento de medicina del trabajo de la Universidad Estatal de Milano.
Alterar los ritmos del sueño-vigilia, además de causar problemas de sueño, influye negativamente en el sistema inmunológico, lo debilita y facilita la aparición de trastornos gastrointestinales, síndromes psico-neuróticos, enfermedades cardiovasculares y fatiga crónica.
Sin embargo, el trabajo nocturno puede ser peligroso para la salud solo cuando altera el ritmo cardíaco natural del organismo. La cuestión tiene que ver con el tiempo y la distribución del turno ya que según el experto el ritmo cardíaco no se interrumpe si se trabaja solo un par de noches.
Si las rotaciones están bien programadas y las personas se turnan con la frecuencia correcta, no hay repercusiones sobre el curso natural del sueño y la vigilia del organismo. La protección de los trabajadores se encuentra entonces en pedir turnos que duren como máximo dos o tres noches y no tener cambios de horarios que varien de semana en semana. Y posiblemente evitar laborar durante muchos años en actividades que incluyan trabajos nocturnos.
Con información de corriere.it
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