Enviado por Gonzonet a través de Google Reader:
Aplicar frío ante un golpe fuerte o una caída es una práctica tan vieja como efectiva. Tanto en el deporte profesional como el amateur, siempre se tiene el hábito que ante un golpe o similar se aplica sobre la zona afectada agua fría, una bolsa con hielo, un paño húmedo frío, gel o spray de frío, tanto para aliviar la molestia como para reducir la inflamación.
La llamada crioterapia tiene sus orígenes en tiempos inmemoriales, y ya Hipócrates, el "padre de la medicina occidental", se sabe recurría a ella por el siglo IV a. C., ya que empleaba agua fría o nieve para el tratamiento del dolor, inflamación o las hemorragias.
La clave está en que el frío es vasoconstrictor, es decir, favorece la reducción del dolor y acelera la recuperación. Por ello, el frío es el tratamiento más fácil, rápido y efectivo al que recurrir ante estos casos de imprevistos.
Lo cierto es que hoy, más de 24 siglos después de Hipócrates, sigue siendo el recurso más utilizado por médicos y fisioterapeutas.
A este respecto, Carlos Díez, director de los Servicios Médicos Sanitas – Real Madrid, explicó que "al tratarse de un vasoconstrictor, favorece la reducción del dolor y colabora en la aceleración del proceso de recuperación en caso de lesión".
Los efectos de la crioterapia están ampliamente reconocidos y comprobados en lo que es la medicina deportiva: se emplea como analgésico y anestésico, y es un potente antiinflamatorio, ya que disminuye el flujo de sangre a la zona dañada, por lo que también es de gran ayuda en casos de esguinces, inflamaciones y contusiones.
Un método de frío muy difundido ante casos de lesión es el llamado RICE (siglas en inglés, de Rest, Ice, Compression and Elevation) que consiste, precisamente, en indicar reposo con hielo, con presión y en elevación.
El RICE cuenta con el aval del British Journal of Sports Medicine, y consiste en colocar sobre la piel alguna protección, como un paño o una venda húmeda, para colocar encima una bolsa de hielo durante un tiempo de unos 10 minutos, descansar otros 10, aplicar otros 10 minutos, y 2 horas después volver a repetir este procedimiento, y así durante las primeras 72 horas.
Los especialistas destacan que tras una lesión, es crucial seguir estos pasos durante los tres día subsiguientes, ya que será de gran utilidad para bajar el edema que se produce cuando se lesiona un músculo y para acelerar la recuperación.
Vía 20minutos.es
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