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La Adicción a los fármacos
Muchas personas tienen la costumbre de medicarse sin consejo médico, lo cual suponer graves problemas, porque por lo general no se tienen los conocimientos suficientes para saber si hace falta tomar una medicina concreta u otra. La automedicación puede originar intoxicaciones, efectos secundarios no deseados y al mismo tiempo provoca que disminuya la efectividad de los antibióticos en la persona que los toma. Pero hay un problema no menos importante y que cada día es más habitual: la dependencia farmacológica.
Y es que al igual que sucede con las drogas y el alcohol, algunos medicamentos pueden producir dependencia física y psicológica en quien los toma. De hecho, la farmacodependencia está reconocida como una adicción más, y como tal, puede ser muy dañina para la salud de quien la sufre. Esta dependencia nace el consumo continuo de medicinas, con el fin de conseguir sus efectos físicos, psíquicos. Además, esta costumbre continuada provoca que si no se toman se produzca malestar en la persona.
Hay que tener en cuenta que algunos medicamentos son más adictivos que otros y que algunas personas son más propensas a caer en este tipo de adicición. Las medicinas que más dependencia crean en el paciente son los psicofármacos, utilizados para tratar trastornos de ansiedad, depresiones o estados de estrés, entre otros trastornos. Si se dejan de tomar después de períodos en que se han utilizado de forma habitual suelen crear importantes síndromes de abstinencia.
En especial, es habitual las personas que toman sin control médico tranquilizantes y somníferos. Su abuso produce dependencia física y psíquica. Además, si se dejan de tomar, con el consiguiente síndrome de abstinencia que se genera, origina síntomas como taquicardias, dificultad para dormir, depresión y estados de ansiedad.
Por su parte, las personas que toman de forma habitual
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