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Y, según consideran algunos especialistas, no sin disidencias, estas situaciones estresantes también pueden provocar alopecia areata, es decir, pérdidas de cabello en ciertos sectores de la cabeza. Como se dijo, todavía existen discrepacias entre los especialistas con respecto a esta relación: desde hace años se la señala como posible, y al mismo tiempo, se la discute.
Por caso, ya en 1929 el periódico español El Mundo publicaba una nota en la cual dos dermatólogos, Hazen y Whitmore, afirmaban que "los aspectos psicológicos de la alopecia areata son un terreno fértil en discusiones estériles". Ochenta años después, con resultados contradictorios de algunos estudios, la controversia continúa.
La alopecia areata se caracteriza por la pérdida de pelo en forma de círculo. Afecta a una de cada 50 personas a lo largo de su vida y aparece a cualquier edad, aunque "es algo más frecuente en niños que padecen atopia (predisposición a padecer alergia a diferentes sustancias), síndrome de Down o en personas que tienen otras patologías autoinmunes, como la enfermedad tiroidea, anemia perniciosa, enfermedad de Addison, diabetes tipo 1…", explicó Emilio Suárez, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Puerta del Hierro, en Madrid.
Suelen aparecer, sobre todo, entre los 15 y los 29 años : "El primer episodio ocurre en la etapa pediátrica entre un 24 por ciento y un 50 por ciento de los casos. De éstos, en un 1-2 por ciento afecta a menores de dos años", aclaró Marta Ruano del Salado, dermatóloga del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Madrid.
Si bien se desconoce la causa exacta de esta afección, sí se sabe tiene un fuerte factor genético. "Parece deberse a que las células de la matriz del pelo expresan un antígeno que hace que se produzca un ataque por parte del sistema inmune que impide el crecimiento del cabello", argumentó Suárez. "El pronóstico en la mayoría de los casos es bueno, ya que el pelo se recupera espontáneamente en menos de un año en más del 80 por ciento de los casos", agregó.
Con respecto al estrés, hay especialistas que aseguran que el estrés como causa de la alopecia areata es una idea muy popular que nunca se pudo demostrar . "Es una teoría que cada vez tiene menos defensores entre los dermatólogos. Lo que sí es incuestionable es la relación a la inversa: la pérdida extensa de pelo puede producir trastornos psíquicos importantes", afirmó el doctor Suárez.
Similar pensamiento sostiene José Manuel Hernanz, para quien "el estrés debe considerarse siempre como un problema derivado de la alopecia. En los niños y los adolescentes, la enfermedad puede generar trastornos psicológicos importantes que muchas veces requieren ayuda especializada ".
Aunque algunos estudios no encuentran conexión entre la caída del cabello de los niños y los capítulos negativos ocurridos con anterioridad, otros sí hallan una vinculación directa. Uno de ellos, realizado por el departamento de Dermatología del Hospital Policlínico Cetatea de Bucarest (Rumanía) entre los años 2001 y 2006, concluyó que el estrés sí sería un factor desencadenante de la alopecia areata.
Existen otros trabajos que relacionan la alopecia areata en los niños con las separaciones, bien sea de mascotas, familiares, lugares, amigos, cosas, hábitos de vida, entre otros factores. Otras investigaciones asocian, incluso, la ausencia de eventos positivos durante el tiempo previo a la caída del cabello, más que a la presencia de acontecimientos negativos.
"En la práctica clínica se observan a menudo brotes de alopecia areata asociados a factores estresantes (exámenes, oposiciones…). Vemos con mayor frecuencia brotes relacionados con tensiones familiares y en segundo lugar con ansiedad en la escuela", afirmó Minia Campos, responsable de la consulta de Dermatología pediátrica del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.
Vía Infobae.com
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