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miércoles, 3 de junio de 2009

Acidez o ardor de estómago: qué es y por qué se produce

 
 

Enviado por Gonzonet a través de Google Reader:

 
 

vía Vitadelia de Vitadelia el 3/06/09

Acidez o ardor de estómago: qué es y por qué se produce alimentacion y nutricion

El ardor o acidez de estómago es un trastorno que afecta a gran cantidad de personas y que se caracteriza por una sensación de quemazón que se inicia en la boca del estómago y luego va subiendo hasta llegar a la garganta.

Por lo general esta quemazón surge una hora después de haber comido y puede extenderse por varias más, de acuerdo a cada persona. Hay casos en que el ardor se acompaña de regurgitación, es decir, del regreso de líquidos o comida a la garganta, en especial, cuando la persona se inclina o se recuesta, cuadro que se lo conoce como reflujo esofágico.

Básicamente, se puede decir que el ardor de estómago se debe a un mal funcionamiento del esfínter inferior del estómago, que se lo conoce bajo el nombre de cardias. Este esfínter separa el esófago del estómago, y su función es la de permitir el paso de la comida del esófago al estómago, y no inversamente.

Cuando el cardias funciona correctamente, una vez el alimento ha bajado hacia el estómago, éste se cierra automáticamente. Y justamente, aquí falla en los casos en que se provoca acidez, el cardias no se cierra como debería y permite que la comida y jugos gástricos regresen al esófago.

Como los jugos gástricos son muy potentes pueden irritar o inflamar las paredes del esófago y de aquí que se sienta la característica quemazón o ardor.

En cuanto a las causas de este malestar, son variadas, y pueden ir desde comidas muy suculentas o ingeridas con gran rapidez, ciertos alimentos que lo provoquen puntualmente, situaciones de embarazo u obesidad, hasta el uso de determinados fármacos que provocan acidez (algunos analgésicos, antidepresivos, dopamina, entre otros).

Así también, se puede incluir dentro del listado de posibles causantes de acidez de estómago a ciertas enfermedades o problemas bucales (como caries, gingivitis), laringitis, faringitis, o incluso quiénes padecen de hernia de hiato, son mucho más proclives a experimentar reflujo esofágico.


 
 

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