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Definición y causas
La epistaxis o hemorragia nasal es una urgencia muy frecuente en los niños, el pico de incidencia está entre los 4 y 6 años de edad y en la mayoría de ocasiones, se produce en niños completamente sanos. En otros casos, sobretodo si las hemorragias se repiten con frecuencia, pueden ser consecuencia de alguna enfermedad local o generalizada.
La nariz, sobre todo algunas zonas del tabique, tiene muchos vasos sanguíneos, lo que permite que pequeños golpes, catarros, rinitis, alergias o la sequedad ambiental puedan lastimarlos y comenzar a sangrar. Las alteraciones en la anatomía como la desviación del tabique pueden predisponer al sangrado. En otras ocasiones está relacionado con el uso de medicación por vía nasal como los descongestionantes. Las enfermedades generalizadas que pueden producir sangrado son varias, pero los más frecuentes son la tensión arterial elevada y las alteraciones en la coagulación.
Tratamiento
Lógicamente, cuando la hemorragia se debe a alguna enfermedad sistémica, debe solucionarse o compensarse esta para solucionar el problema.
Si la alteración es de orden local, como lesiones en el tabique nasal o en las pequeñas y múltiples venas que lo recorren, será necesaria la intervención del Otorrino para solucionar el problema.
El tratamiento "urgente" de estas hemorragias consiste en tomar las medidas para que cese el sangrado y evitar la pérdida de sangre.
Cuando un niño sangra por la nariz es muy fácil ponerse nervioso y asustar al propio niño que muchas veces está bastante tranquilo, por eso lo primero y fundamental es mantener la calma.
Si es posible, sentar al niño, no se ha demostrado que sea más eficaz echar la cabeza hacia atrás. Sujetar la raíz nasal con el dedo índice y el pulgar haciendo presión sobre el lado de la nariz por donde sale la sangre. Mantener la presión sin soltar en ningún momento durante unos 15 minutos. Puede colocarse un pequeño algodón con agua oxigenada en la fosa nasal y un paño con agua fría o hielo en la nuca del niño (produce una vasoconstricción refleja). ¡No nos olvidemos de retirar el algodón o la gasa tras unas horas!.
Si la sangre no deja de salir por la nariz, vemos que el niño va tragando sangre que le cae por la garganta, o sospechamos que se haya introducido un cuerpo extraño en alguna fosa nasal, debemos acudir al servicio de urgencias más próximo para que le realicen una inspección y un taponamiento nasal.
Tras el cese de la hemorragia hay varias consideraciones a tener en cuenta: si la hemorragia es de repetición es necesario que el Pediatra u Otorrino inspeccione la zona y realice pruebas para descartar alguna enfermedad en el niño. Se debe procurar no hacer ejercicio durante unos días y evitar el uso de antiinflamatorios como la Aspirina. También es recomendable recortar las uñas al niño y tomar una dieta blanda y fría.
Fuente: Dr. J.Mª Llangostera y la Dra. Josefina Martínez Garre
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