Enviado por Gonzonet a través de Google Reader:
Hace sólo unos días, el pasado sábado 11, se celebró en todo el mundo el Día Mundial del Parkinson, y aprovechando esta conmemoración veamos entonces en qué consiste este mal que, según se calcula, afecta a más de 100 mil personas solamente en España.
El Mal de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que afecta al sistema nervioso, en especial, a las estructuras encargadas de regular los movimientos, la velocidad y amplitud, el equilibrio, la marcha y la postura.
Entre los síntomas propios de esta enfermedad se pueden mencionar al típico temblor, en especial de las manos, una mayor lentitud en los movimientos, rigidez muscular, cambios posturales, trastornos en la marcha y en el equilibrio, inexpresividad facial, entre otros, aunque, sin embargo, los síntomas pueden variar de una persona a otra.
Asimismo, vale mencionar que el Mal de Parkinson también puede traer otras señales que no están relacionadas con el sistema motriz: por caso, se pueden presentar problemas en el tránsito intestinal, o urinarios, así como también alteraciones en los patrones de sueño o del estado anímico. Incluso, y en casos avanzados, la función cognitiva y la conducta también pueden afectarse.
Con respecto al diagnóstico de esta enfermedad se debe decir que su única forma es clínica, a través de un exhaustivo examen físico y neurológico. Lo cierto es que tampoco se conoce aún una cura definitiva para este trastorno degenerativo, aunque sí existen ciertos tratamientos farmacológicos que pueden retardar su evolución, tales como la levodopa, los agonistas dopaminérgicos, los inhibidores enzimáticos, la amantadina, entre otros.
Así también, un tratamiento de la enfermedad de Parkinson requiere de otras vías además de la estrictamente farmacológica: la kinesiológica, por ejemplo, así como también la ocupacional o incluso un apoyo psicológico para mejorar la calidad de vida del enfermo y ayudarlo en su situación.
Por otro lado, y en casos puntuales y ya graves, se puede recurrir a intervenciones quirúrgicas que, si bien no curan la enfermedad, sí puede ayudar cuando los síntomas no son controlados de forma adecuada con la medicación, o cuando ya se han provocado complicaciones motoras incapacitantes.
Finalmente, también cabe mencionar que en la actualidad las estrategias sanitarias apuntan a lograr una temprana detección de la enfermedad, así como también se sigue investigando y trabajando para hallar nuevos medicamentos neuroprotectores que retarden la progresión del Parkinson, y mejor aún, que lo puedan detener o incluso reparar el tejido dañado.
Vía Yahoo.com.ar
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